El presidente sacaba pecho esta semana y anunciaba: “Van a ser las primeras navidades de la recuperación. La crisis es historia”. Rajoy presume apoyándose en los grandes números: un déficit que se ha reducido casi a la mitad, aunque a costa de multiplicar la deuda; en que una tímida creación de empleo; en el coste de cada hora trabajada, que ha subido tres décimas en el global. Y sobre todo en las previsiones más optimistas para el año que viene.

“Un crecimiento del 2'5% frente al 1'5. En el 2015 nuestra economía va a ser como una máquina”, asegura Rafel Pampillón, catedrático de la Universidad San Pablo CEU. Por su parte, el economista José Carlos Díez señaló en Al Rojo Vivo que la recuperación es “pequeña y tímida”, y que se tardará “más de una década en recuperar el empleo perdido”.

El Gobierno también confía en que la caída récord del petróleo se traduzca en un mayor consumo. “Para familias y empresas es como si nos tocara la lotería”, afirma Pampillón. Todo esto se nota ya, según Rajoy “en las cafeterías, en las tiendas, en las barras de los bares”, etc.

Sin embargo, a pie de calle, los comentarios son otros. “Estas navidades ni gambas ni nada porque no tengo dinero”, dice una mujer. "Mientras el dinero no llegue a las familias, la recuperación no será efectiva", asegura Luis Pachecho, presidente de la Confederación de Comercio de Madrid. Porque los datos también dicen que la mayoría del empleo que se crea es precario y peor pagado. “Con dos trabajos no llego a 900€”, cuenta un joven.

Mientras, Díez señala que “desde que el señor Rajoy llegó a La Moncloa, 600.000 personas han perdido su trabajo, un 20% menos de jóvenes encuentran trabajo, un millón de parados se han quedado sin prestación. En pleno invierno, tres millones de familias españolas no llegan a pagar la luz o el agua. Casi dos millones tienen a todos sus miembros en paro y 750.000 hogares tendrán que pasar las navidades sin ningún ingreso.