Heliana viaja con su hijo. Otros veranos se han ido a Marruecos, pero este año ha elegido España porque "se siente más segura aquí". La inestabilidad política en países como Egipto y Turquía provoca que muchos extranjeros decidan cambiar su destino inicial. El sector turístico ya piensa en una afluencia de récord.
Los hoteleros españoles creen que llegaremos a los 58,6 millones de turistas extranjeros que tuvimos en 2007, el último año antes de la crisis. "Las previsiones son muy buenas, la ocupación es muy alta" asegura Cristina Majó, directora del Hotel Do Plaza Real.
Más ocupación, pero menos rentabilidad. El sector sufre las subidas de impuestos y otros costes. Tienen que recurrir a bajadas de precio como gancho. El otro lunar, el turismo nacional, estancado otro verano más. "Venimos justitos, no pensamos gastarnos mucho dinero", asegura una turista. Millones de españoles sin trabajo que se quedan sin vacaciones.