Evitar un golpe para el bolsillo es el reto de casi 20 millones de españoles cada mes de junio. Es la cita con Hacienda, que plantea preguntas como: "¿Por qué hay tanta diferencia entre presentarla individual o presentarla conjunta?".
La respuesta: el IRPF es un impuesto progresivo: cuanto más ganas, más pagas. "En el momento en el que sumamos dos perceptores el tipo aumenta", explica Conchita Aguilar de la asesoría Audalia.

En el caso de una pareja que cobre por separado 55.000 y 21.000 euros, 76.000 en total, si hacen la declaración conjunta el tipo a aplicar sería del 30,54%. Pero si se declaran los ingresos de forma individual, el cónyuge que cobra 55.000 euros pagaría el 27,19% y el que cobra 21.000 euros pagaría un 12,59%. Lo que en este caso supone una diferencia de casi 5.000 euros si descartamos la declaración conjunta.

"Es más ventajoso cuando uno de los dos cónyuges no tiene ingresos o tiene pocos", afirma José Ignacio Montes, técnico de Hacienda.

Otra de las grandes preguntas es "si hubiera tenido un sÓlo pagador no estaría obligada a declarar pero como he tenido dos tengo que declarar y pagar". "El segundo perceptor no tiene en cuenta los ingresos anteriores y apenas te retiene", confirma Conchita Aguilar.

Revisar los borradores y no olvidar deducirnos la hipoteca son dos premisas fundamentales para no salir perjudicados en la declaración de la renta, que este año se prevé salga a devolver a casi 15 millones de declarantes.