El Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, aprobado por el Gobierno, contempla subvenciones por 1.443 millones de euros, un 62,5 % más que el anterior, y pone el acento en promover el alquiler, facilitar el acceso a la vivienda a colectivos vulnerables e impulsar la regeneración urbana y rural.
De esos 1.443 millones, a los que hay que sumar la cofinanciación de las comunidades autónomas, 350 millones corresponden a este año, 357 millones a 2019, 364 millones a 2020 y 372 millones a 2021.
Fomento espera conceder 557.109 ayudas durante la vigencia del plan y calcula que las actuaciones contempladas permitirán crear 60.320 puestos de trabajo.
Según De la Serna, a partir de ahora se irán cerrando los convenios con las comunidades autónomas, un proceso que se alargará dos o tres meses, hasta junio. Fomento detallará el Plan Estatal a las comunidades autónomas en la próxima Conferencia Sectorial de Vivienda, prevista para el 15 de marzo.
El plan incluye ayudas para alquileres que no superen los 600 euros al mes, y se eleva a 900 euros en casos excepcionales, con un límite de la ayuda que será del 40 % de la renta, porcentaje que sube al 50 % para menores de 35 años y mayores de 65.
El plan, que incluye un programa de fomento del parque de viviendas para alquiler, que se extiende por primera vez a las promociones de titularidad privada, crea un nuevo programa para alquilar viviendas desocupadas de entidades financieras a personas en situación de desahucio, con un precio que no podrá superar los 400 euros al mes y el importe de la ayuda puede llegar al cien por cien.
Para hacer frente al reto demográfico, se concederán ayudas a los jóvenes que vivan en municipios de menos de 5.000 habitantes para alquilar o comprar su vivienda habitual, y por primera vez se darán ayudas para la rehabilitación de viviendas unifamiliares en el medio rural.
El jefe de Estudios de Idealista, Fernando Encinar, considera positivo que el Gobierno se preocupe del mercado del alquiler, aunque cree que el camino elegido no es el más eficaz, y agrega que dar ayudas directamente a jóvenes menores de 35 años podría provocar un aumento artificial del precio en los tramos más bajos.
En la misma línea, Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com, ha señalado que, con las ayudas al alquiler, "se corre el riesgo de que ese aumento de la capacidad de pago del inquilino se traslade a los precios".
Por el contrario, Font considera "bastante acertado" limitar las ayudas a la compra a los municipios de menos de 5.000 habitantes.