El consejo de administración de Pescanova ha decidido tras una reunión extraordinaria de más de trece horas solicitar el concurso voluntario de acreedores al considerar imposible alcanzar, a corto plazo, un acuerdo con los acreedores y dado que su situación financiera presenta "riesgo de deterioro".

La reunión, reclamada por algunos de los accionistas, se ha prolongado hasta casi el mismo día en que finalizaba el plazo de entrega de las cuentas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Al igual que en el anterior consejo extraordinario, celebrado el pasado 14 de marzo, el hermetismo ha sido la nota predominante, ya que los informadores no han podido acceder siquiera a las inmediaciones de la factoría de Chapela.

La compañía ha anunciado una auditoría para esclarecer el tamaño del agujero, y sigue sin cotizar desde el pasado 12 de marzo, cuando cayó un 60%.