Miguel Blesa voló para que British Airways tomase el control de Iberia. Según publica eldiario.es, el expresidente de Cajamadrid movió ficha en cuanto recibió un correo que alertaba de que había inversores españoles interesados en comprar la compañía. "Ofrecen a los socios españoles del núcleo estable incorporarse, pero no a British Airways. Menudo campo de minas!"

Solo unos días después, Caja Madrid da un golpe de efecto y se queda con una participación de control de Iberia, impidiendo la compra.

En febrero de 2008, un nuevo correo demuestra que British avanza en la fusión: "UBS, asesor de British Airways, ha hecho una presentación en la que define cinco posibles alternativas de acuerdo con nosotros".

En agosto se celebran las primeras reuniones con British para cerrar la fusión. Y aparece el nombre de Fernando Conte, a quienes los ingleses no quieren ver en Iberia. "Quieren llegar a un acuerdo y Fernando no ven que sea un buen interlocutor".

Dicho y hecho. Conte abandona la presidencia e Iberia y British se fusionan. Y dos años después Cajamadrid, ya convertida en Bankia, desinvierte su 12% en la aerolínea, que ya queda en manos británicas.

El asunto Iberia echa leña al fuego de la implicación directa de Blesa en la venta fraudulenta de preferentes. Según Infolibre, Blesa dio vía libre a la emisión de estas participaciones después de saber que solo valían un 90% de lo que los inversores pagaban.