El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha rechazado que exista ninguna caza brujas en la Agencia Tributaria, aunque ha reconocido que el "relevo" que se ha producido en el equipo directivo le ha servido para saber que la cúpula de la Unidad de Grandes Contribuyentes estaba llena de socialistas.

En conversación informal durante la recepción en el Congreso del Día de la Constitución, el ministro se ha empeñado en transmitir que los 29 ceses que se han producido en la Agencia Tributaria desde que fuera nombrado director general Santiago Menéndez son "relevos" como los que hay en "cualquier empresa" y que nada tienen que ver ni con Cemex ni con el caso Nóos.

"Cesan porque no les gusta el director general", ha recalcado, tras subrayar que los que dejan su cargo son gente del PSOE que estaba a disgusto con Menéndez.

Sobre las denuncias que algunos inspectores hacen en la prensa, Montoro ha dicho que "no son denuncias, son palabrería" y ha defendido el derecho de Santiago Menéndez a "montar su equipo".

En el mismo corrillo, el ministro ha confirmado que habrá Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en torno al 18 de diciembre, que las balanzas fiscales están terminadas y que la próxima primavera el Gobierno tomará las "decisiones de formato legal" sobre la reforma fiscal, tomando como base un informe que los "expertos" deberán presentar "a finales de febrero".

A pocos metros, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, le ha acusado de estar perpetrando una "caza de brujas" en la AEAT y ha asegurado que no descarta solicitar una Comisión de Investigación.

Desde Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, aseguran que dos de los altos cargos que han dimitido fueron nombrados con el gobierno del PP.