Con 2.023.000 euros de deuda y sólo 250 habitantes, Aguilar de Segarra, en Barcelona, es, para sorpresa de sus vecinos, el segundo Ayuntamiento más endeudado de España. Pero según su consistorio, no necesitan ningún rescate. "El lunes pasado pagamos todas las facturas que habían entrado al ayuntamiento hasta ese día", señala el teniente alcalde, Pere Aliaguilla.

Porque a pesar de la crisis, este pueblo vio la luz con este huerto solar que deja en las arcas municpales entre 500.000 y 600.000 euros anuales.

El derroche ha llevado a 536 municipios a acogerse al plan urgente de rescate del Gobierno y a tirar de inventiva para cuadrar las cuentas.

A eso suma una bajada de un 80% en la factura de la luz con farolas de bajo consumo, y más de 1200 euros llevan ya ahorrados este año en la recogida de basura con el compostaje casero.

Los alcaldes creen que si las subvenciones fueran más flexibles tendrían menos problemas. Un cambio en la ley de financiación local daría un respiro a los 536 ayuntamientos al borde de la bancarrota.