La brecha salarial entre hombres y mujeres en España sigue abierta: "No solo afecta a la cantidad de dinero que recibimos por hora de trabajo, es que afecta también a nuestro futuro, a la jubilación " defiende Susana Marcos, socia de PeopleMatters.

De media al año, ellas cobran unos 6.000 euros menos que ellos, es decir, un 23,25% menos. Desde 2010 a 2014 el salario medio anual de los hombres se incrementó en 247,50 euros mientras que el de las mujeres, solo en 9,60 euros.

A pesar de que Mariano Rajoy dijera "no querer meterse en eso" al ser preguntado sobre si las mujeres y los hombres deberían cobrar lo mismo, la ministra de Empleo habla de iniciativas para frenar esta situación: "Información desagregada en función del género sobre los componentes y la cuantía de la retribución y, también, requerir a las empresas de más de 250 trabajadores que realicen auditorías salariales".

Una medida que ya se aplica en empresas del Reino Unido, que tendrán que publicar informes con diferencias salariales y medidas para atajarlas. Pero los sindicatos denuncian que son insuficientes: "Estas medidas puntuales lo único que pueden hacer es parchear la situación. Para nosotros lo realmente importante es una ley de igualdad salarial" defiende Cristina Antoñanzas, vicesecretaria General de UGT.

En Alemania, las trabajadoras tienen derecho a pedir información sobre el salario de sus compañeros en el mismo puesto de trabajo. El ejemplo paradigmático es Islandia: es el primer país que, por ley, garantizará la igualdad salarial. Para comprobar que se cumple, las empresas estarán sometidas a auditorías.

"Es una herramienta de transparencia. Lo que sirve es para poner en evidencia la situación real de una empresa en el cumplimiento de la legalidad en los ámbitos socio-laborales" explica Juan Pañella, presidente de la Asociación Española de Auditores Socio-Laborales.

Pero los expertos advierten: las auditorías son un instrumento útil pero limitado: "Medir no nos lleva más que a hacer un diagnóstico, pero no a la curación y no a poner un tratamiento" asegura Susana Marcos. Solo una ley con sanciones para quienes no cumplan, aseguran, garantizaría de una vez por todas que ellas no sigan estando discriminadas.