Dicen que les han pillado en pleno montaje de los monumentos. Los inspectores han reclamado las facturas de la iluminación, la floristería, la grúa o la pirotecnia, y los contratos con los artistas falleros.

La alcaldesa Rita Barberá cree que es un despropósito y ha intentado sin éxito hablar con el ministro Montoro. Hacienda dice que es una inspección ordinaria contra la economía sumergida. Han sentido como si los inspectores hubiesen salido del caballo de Troya.

Lo último que imaginaban los falleros es que, en la víspera de empezar las fiestas, fuera a visitarles una inspección de Hacienda buscando facturas irregulares.Están indignados, pero dicen que no tienen miedo, porque sus papeles están en orden.

Les han pedido que justifiquen los gastos de esta edición y que presenten los contratos de los artistas falleros. Pero el enfado más gordo ha sido el de la alcaldesa, Rita Barberá. Dice que la inspección es un disparate e incluso se ha atrevido a llamar al ministro Montoro para suplicarle que la parase.

Montoro dice que estas inspecciones son habituales y que incluso se han hecho en la feria de abril. Asegura que sólo ha sido una petición de datos, aunque parece que a más de uno le han aguado las fiestas.