La alerta de las bodegas españolas es clara: no hay botellas para tanto vino. El confinamiento del año pasado supuso un parón en seco de la producción y la vuelta a la normalidad ha traído de vuelta la demanda, pero no así la oferta suficiente de envases para el zumo de uva.

En el sector no dan abasto: "A corto plazo no nos va afectar, podemos suministrar a nuestros clientes, pero en el medio plazo sí vamos a tener problemas", avisa el gerente de Bodegas Corral, Carlos Rubio. Ellos lo vieron venir e hicieron acopio de botellas para el futuro, pero no ha sido suficiente.

Los fabricantes de vidrio aseguran trabajar las 24 horas del día, los siete días de la semana para asegurar la producción, pero ni aún así cubren todas las necesidades.

"La falta de suministro de envases de vidrio que pueden estar experimentando algunos envasadores se debe a un pico en la demanda debido a varios factores", señala a laSexta la secretaria general de los fabricantes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio, Karen Davies. "Uno de ellos es el auge del envase de vidrio y, por otros, estamos sintiendo todavía la crisis del COVID-19", abunda.

La falta de vidrio es solo una parte de la tormenta perfecta: también falta corcho y otros suministros del proceso de etiquetado. "Afecta también a otras materias auxiliares como el cartón o la madera", advierte Rubio.

En cuanto al embalaje, todavía no hay desabastecimiento, pero sí confiesan retrasos. "No hemos llegado a ese extremo, pero estamos recibiendo plazos de entrega de tres a seis meses en algunas calidades de cartón", explica el adjunto a la dirección de Gráficas Digraf, Álvaro Sendino. "Hemos tenido que repercutiendo el precio a los clientes en la medida que ha sido posible", lamenta, calculando los aumentos entre un 5 y un 8%.

El sector confía en que la situación se normalice después de Navidades.