El camino para rescatar las autopistas de peaje se va despejando, aunque falta por aclarar cómo será finalmente. Por ahora, el Gobierno guarda silencio. 

Preguntado por los periodistas, Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, no responde. 

Desde la patronal de las constructoras sí hablan de poco margen para la negociación y no definen su postura. En palabras de Julián Núñez, presidente de SEOPAN, "la quita del 50 sobre el 50 es muy dura, pero todavía no tenemos una respuesta oficial".

Al presidente de los empresarios tampoco le convence el plan, Rosell consider que "no parece una de las mejores soluciones, aunqeu seguro que hay expertos en el tema que han visto cuáles son las posibles mayores degracias en el caso de que no se haga así". 

Lo que parece claro es que la solución es lo malo o lo peor para el ciudadano de a pie. Las autopistas tienen una deuda de 4.600 millones de euros y el Gobierno plantea la nacionalización, es decir, una quita de 2.300 millones y pagar con dinero público los otros 2.300.

¿Cuál es la alternativa? Que se liquiden. Y toda la deuda tendría que pagarla el contribuyente debido a la Responsabilidad Patrimonial de la Administración.

Se trata de un derecho de los acreedores a cobrar del Estado en caso de liquidación, cuantía que sí tendría impacto en el déficit. Según declara Álvaro Tomás Estada, profesor de la Universidad de Valencia, "no creo que mejoren y al final va a ser papa Estado quien asuma el tema y son 5.000 millones con todo lo que ello conlleva".