Ambulancias, fármacos, protesis, desplazamientos... Si ya es duro luchar contra el cáncer, ahora además, cuesta dinero. Juan lleva seis meses esperando un trasplante de hígado. Pero a esa angustiosa espera, tiene sumar el gasto económico. Es de Almería y se ha tenido que trasladar a una residencia de Madrid.

Aquí vive junto a otros enfermos de cáncer porque no se puede permitir un alquiler. "Tener que venirme a Madrid para mi tratamiento me ha supuesto tener que pedir un crédito. Cuando el crédito se acabe, ya veré lo que hacemos", explica Juan.

Coincidiendo con el Día Mundial de la enfermedad, la Asociación Española contra el Cáncer ha denunciado las medidas tomadas por el Gobierno. "Muchos servicios sociosanitarios que antes estaban en la cartera básica cubiertas al 100% han pasado a la complementaria", explica Raquel de Castillo.

Por eso, determinados medicamentos como la quimioterapia por vía oral no están exentos del copago y el transporte no urgente ha dejado de ser gratuito. A Lugo, la tijera en sanidad ha llegado por partida doble. Además de pagar 10 euros por trayecto, tienen que viajar hasta Coruña porque en su hospital no tienen servicios de radioterapia.

Es el caso de Josefa. Todos los días tiene que hacer ese trayecto; lo mismo que Juan, enfermo de cáncer de próstata. Se levanta a las 6 de la mañana para recorrer los 300 km que le separan de su tratamiento. En los útlimos meses han organizado protestas multitudinarias. Feijóo les prometió, hace dos años, que tendrían una unidad para tratarse y todavía siguen esperando.