Unas 40.000 personas son víctimas de las preferentes de Eroski y Fagor. Decenas de ellas han salido por las calles de Durango, Bizkaia, para pedir la devolución de sus ahorros que rondan los 845 millones de euros. Su máximo temor es que se les aplique una quita y que, por esto, les impidan recuperar todo su dinero.