Los secretarios generales de Comisiones Obreras (CCOO) y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han anunciado la convocatoria de concentraciones para el próximo 27 de noviembre para protestar contra la normativa laboral que permite el despido objetivo por ausencias intermitentes, aunque estas estén justificadas, o lo que denominan "el despido por enfermar".

Estas protestas, que se llevarán a cabo frente al Congreso de los Diputados y las delegaciones de Gobierno de las Comunidades Autónomas, buscan "la inmediata corrección del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores", han explicado.

Dicho artículo, que existe desde 1980, fue endurecido en la reforma laboral de 2012 y recientemente ha propiciado una sentencia del Tribunal Constitucional que avala el despido de una trabajadora por bajas laborales por enfermedad, un fallo que está generando "alarma social", según los líderes sindicales.

La sentencia, según el secretario general de CCOO, ha propiciado que se hayan comenzado a dar más despidos motivados en esta causa y que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo enfermos, sin estar recuperados de sus dolencias, ante el riesgo de un despido.

Este reclamo sindical se enmarca en la exigencia de derogar los aspectos considerados más lesivos de la reforma laboral, "que son prácticamente todos", ha dicho Sordo, pero con el foco puesto en los artículos que versan sobre la prevalencia de los convenios, la ultraactividad, la subcontratación o el despido colectivo.

Asimismo, Sordo ha puesto el foco en el "problema sistemático del subregistro de enfermedades profesionales" en un momento en el que se va a trasponer la directiva europea sobre exposición de enfermedades profesionales".

"Esta sentencia ha colmado el vaso" y ha venido a poner "negro sobre blanco", ha asegurado el líder de UGT, que ha recordado que los sindicatos llevan mucho tiempo exigiendo la derogación de la reforma laboral, que permite a una empresa que pueda llegar a "ser cruel, inhumana" con los trabajadores.

Por ello, para ambos dirigentes sindicales es urgente la formación de un Gobierno progresista, con un acuerdo programático más concreto, que incluya la derogación de la forma laboral. Y en ese camino, a ambos les gustaría ir "de la mano de la CEOE", pero siempre que "deje de enredar" y se siente a negociar de verdad y sin pretender tener "derecho de veto".

Ven posible también alcanzar en la mesa de diálogo social un pacto sobre pensiones para derogar la reforma de 2013, previa a una revisión a fondo del sistema. Ello requerirá que se retomen los trabajos en el Pacto de Toledo, lo que ven un poco más difícil por la distancia entre posturas que ha dejado la composición de los grupos parlamentarios tras las elecciones.