Milagros padece hipertiroidismo, y ha decidido manifestar su enfado con la Comunidad de Madrid por la privatización de hospitales desde su balcón. Cada dos meses tiene que acudir al hospital a recibir tratamiento. Pensar en un futuro sin Sanidad pública le angustia: "Si tenemos que ir pagando un euro de aquí, dos euros de allí, se resiente mucho la economía".
Su ejemplo lo han seguido cientos de vecinos en su ciudad, Parla. Han llenado de batas blancas y sábanas la ciudad madrileña, de norte a sur. La niebla les ha ayudado a dibujar una tenebrosa imagen. Tanto, dicen, como el futuro que les augura si Ignacio González no da marcha atrás en sus políticas de privatización. "Creemos que nuestros tratamientos médicos no pueden depender de una cuenta de beneficios", afirma Rosa Alcalá, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid.
No es la primera vez que la ciudad se levanta contra la privatización: "Hace poco llamamos a la Comunidad de Madrid y colapsamos dos teléfonos, y además mandamos correos electrónicos diciendo que nuestra sanidad no se vende", según cuenta Santiago Menchero, de la Plataforma Ciudadana de Parla. No se van a achantar. Quieren una Sanidad pública, y se niegan a quedarse parados.
Millón y medio de funcionarios, más sus familias
Miedo e incertidumbre entre los mutualistas de Muface: "Necesito una operación que mi compañía no me la cubre"
¿Por qué es importante? Son cuatro millones de personas las que ahora temen quedar en un limbo después de que la mutua y el Gobierno no alcancen un acuerdo para renovar la licitación.