El descuento de 2.000 euros que da el plan PIVE por los vehículos de más de 10 años ha hecho que la venta de coches de segunda mano, por menos de 300 euros, se dispare. Sus compradores pretenden conseguir un vehículo barato y después darlo de baja.

Aunque la fórmula pueda parcer ilegal, no lo es, el plan no exige haber sido propietario del coche durante un tiempo mínimo.

Según explica un mecánico, la situación ha llegado a que se compren vehículos totalmente inutilizados, "hay coches que no se pueden mover y se los tienes que llevar en grúa al concesionario". 

Sin embargo, los concesionarios no lo ven tan mal, para ellos, dicen, lo importante es que las ventas aumentan.

En internet afloran las páginas de compraventa de coches que se anuncian como "ideales" para el Plan PIVE a muy bajo precio, no ocultan que están averiados y ni tan siquiera añaden una foto.