A Ximo Puig no le parece justo que en Madrid la carga fiscal sea mucho más baja que otras autonomías. "Lo que no puede ser es que ninguna comunidad crezca en detrimento de otras o que se haga competencia desleal", lamenta.

El Presidente valenciano considera que la región, gobernada por el PP, cuenta con la ventaja de ser la capital para atraer empresas y, por eso,puede permitirse bajar impuestos. A lo que Cristina Cifuentes contesta que "hay Comunidades Autónomas socialistas, en este caso la Comunidad de Valencia, que creen que a los ciudadanos se les tiene que esquilmar".

Las diferencias entre ambas comunidades son reales. Los ejemplos más claros, impuestos estatales como el de patrimonio, que la Comunidad de Madrid bonifica al 100% y que la valenciana grava un 25%, o el de sucesiones y donaciones, que ambas bonifican pero Madrid casi al completo. Otra diferencia es la del impuesto de transmisiones patrimoniales, el de la capital está en el 6% y el valenciano en el 10%. Más allá de la polémica, la brecha fiscal entre comunidades es un hecho.

"Hay un batiburrillo y hay mucha vorágine normativa entre unas Comunidades Autónomas que producen esas diferencias", explica el economista Rubén Gimeno Frechel. En 2014 una persona con un patrimonio de cuatro millones de euros no pagó nada si vivía en Madrid, pero abonó 36.000 euros si residía en Baleares, 44.000 si lo hacía en Galicia y 54.000 si era en Extremadura.

El presidente gallego introduce otra variable, el cumplimiento del déficit. "Lo que no tendría sentido es que una comunidad que no cumple el déficit público, además baje los impuestos", señala.El año pasado sólo tres Comunidades Autónomas cumplieron con el objetivo y Madrid no fue una de ellas.