El partido de dobles que disputó Alexander Zverev en el Masters de Roma tuvo una protagonista inesperada: una niña a la que el alemán dio un pelotazo de forma accidental.

Todo ocurrió en mitad de un punto en el que Zverev subió a la red para realizar un remate, con la mala suerte de que la pelota acabó impactando en la pequeña que se encontraba en primera fila.

El alemán se disculpó al momento, pero no se quedó del todo convencido y al acabar el partido acudió junto a la pequeña para regalarle una de sus cintas de pelo. Un bonito gesto que fue aplaudido por el público presente.

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