Nadal, campeón del torneo en cinco ocasiones, lo había avisado con tiempo. "Stefanos es un gran jugador, ya lo ha demostrado este año y tiene un gran desparpajo", había dicho el campeón español que por tercera vez esta temporada se ha quedado en las semifinales de un torneo sobre tierra (Barcelona, y Montecarlo) y que ahora solo dispone de Roma para llegar a Roland Garros con un título.
Nada ni nadie parece detener el juego brillante, intuitivo, agresivo y con imaginación del joven ateniense de 20 años, que lleva ya dos títulos esta temporada, Marsella y Estoril, y que encadena con el título en Portugal y las victorias en Madrid ocho partidos individuales ganados de forma consecutiva.
En Madrid, Stefanos ha derrotado ya a dos campeones del torneo, al defensor del título, el alemán Alexander Zverev, y ahora a Nadal, triunfador en cinco años, y finalista en ocho. Es el líder de victorias este año con 27.
Se ha plantado en la final con fuerza y juventud soportando el esfuerzo de disputar doce partidos en diez días, ocho individuales y cuatro de dobles, ya que llegó a las semifinales de este cuadro en Madrid, y mostrando una gran ambición.
Djokovic, campeón en 2011 y 2016 que antes dominó al austríaco Dominic Thiem por 7-6 (2) y 7-6 (4) en dos horas y 22 minutos, en una gran batalla desde el fondo de la pista, con el actual número uno del mundo resolviendo un 3-1 abajo en el primer set y 4-2 en el segundo, será este domingo (18.30) el contrapunto de Tsitsipas, la gran sensación del momento.
Solo un encuentro sirve de antecedente entre ambos rivales, el que disputaron en Toronto el año pasado con victoria del griego por 6-3, 6-7 (5) y 6-3.
Los reyes eméritos Don Juan Carlos y Doña Sofía, presenciaron el encuentro en las gradas y la formidable actuación del jugador griego, que con una efectividad del 75 por ciento con su primer saque, un revés endiablado a una mano, y un cañón en su raqueta, mandó en la pista central Manolo Santana.
Después de su gran exhibición ante el suizo Stan Wawrinka anoche (6-1 y 6-2 en algo más de una hora), Nadal parecía preparado para detener de nuevo al ateniense, a quien había vencido en los tres precedentes: en las finales del Conde de Godó y Toronto el año pasado, y en las semifinales del Abierto de Australia en enero, ganando los siete sets disputados.
Pero en la semifinal de Masters 1.000 número 70 del español, a Nadal le faltó consistencia con su saque, y si durante toda la semana lo había perdido solo una vez, esta noche lo cedió seis veces.
Tuvo eso sí, Nadal una gran reacción desde el 2-2 del segundo set, para ganar después cinco juegos consecutivos, y hacerse con ese parcial en 35 minutos, y dominar por 1-0 en el tercero. Pero el ateniense volvió a la carga después y con un quiebre en el quinto y otro en el séptimo sacó para clasificarse para su segunda final de un Masters 1.000.
Nadal, en un esfuerzo final logró desbaratar esa oportunidad y salvar luego tres bolas de partido, pero en la cuarta, su derecha se quedó en la red, y el griego ganaba el partido en dos horas y 34 minutos.
Para Djokovic será su primera final de la temporada después de ganar el 15º título del Grand Slam en el Abierto de Australia en enero, y la número 48 de un Masters 1.000, de las que ha ganado 32 y perdido 15. Toda su experiencia se pondrá a prueba contra un rival sin nada que perder, y mucho que decir en el futuro.
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