El tenista escocés Andy Murray se ha proclamado campeón del torneo de Pekín, de categoría ATP 500 y sobre pista dura, tras derrotar en la final al búlgaro Grigor Dimitrov (6-4, 7-6(2)), y certifica así su gran estado de forma al hacerse con el trofeo sin ceder ningún set en todo el torneo.

El británico llegó a la final tras un duro partido ante el español David Ferrer, que a pesar de que se lo puso difícil no supo llevar la iniciativa. En cambio, en el otro lado de la pista, estaba el verdugo de Rafa Nadal, que llegó a la disputa del título tras pasar directo desde cuartos de final, por el abandono del canadiense Milos Raonic en semifinales.

A pesar de que Murray llegara más cansado, le bastaron una hora y 57 minutos para sumar el título número 40 de su carrera. El primer set no pudo empezar mejor para el escocés, pues le rompió el saque a su rival en el juego y mantuvo el suyo en todo momento para hacerse con el parcial (6-4).

En la segunda manga, el británico consiguió romperle el tercer saque al búlgaro, pero este se rehizo y, con un quiebre, consiguió llevar a su rival al 'tie-break'. En la muerte súbita final, Murray lució su mejor tenis y se impuso rápido y con contundencia a su rival para hacerse con el título ATP 500 de Pekín.

La próxima parada para el escocés será el Masters 1.000 de Shanghái, lo que supondrá su primera gran prueba en su carrera por asaltar el número 1 que ahora ocupa el serbio Novak Djokovic.