La imagen de Rafa Nadal abandonando el Masters 1.000 de Roma fue completamente desoladora. El manacorí, vigente capeón en la arcilla italiana, sucumbió en tres sets ante Denis Shapovalov en un partido en el que fue de más a menos.
Pasado el ecuador del encuentro, su tobillo izquierdo comenzó a dar problemas y su cojera a acrecentarse, llegando al punto de no poder caminar o correr con normalidad.
Tras caer derrotado ante el canadiense, el balear afirmó que es un "jugador que vive con una lesión" y que los antiinflamatorios ya son parte de su día a día para sobrellevar el dolor.
¿Qué lesión sufre Rafa Nadal?
El ganador de 21 Grand Slams sufre el síndrome de Müller-Weiss, también conocido como la osteocondritis del escafoides.
Comenzó a surgir en 2005, cuando Rafa tenía 19 años y arrancaba su carrera. Desde entonces, el dolor ha ido a más dado que se trata de una enfermedad inoperable y degenerativa.
El síndrome deriva en la necrosis y deformación del escafoides del pie izquierdo debido a la falta del riego sanguíneo.
La enfermedad tiene cura, pero no es compatible con la rutina de un deportista de élite. Fijar la articulación y bloquearla disminuiría el dolor a Rafa, pero se vería obligado a dejar la raqueta.
Con la amenaza de sufrir artrosis o problemas para caminar en el futuro, Nadal continúa exprimiéndose a sí mismo para estirar el chicle de su carrera. En la mira está Roland Garros, su torneo fetiche, que arranca en poco más de una semana.
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Es una incógnita el cómo llegará el manacorí a la cita parisina, aunque lo que es seguro es que forzará al máximo para tratar de llevarse su 14ª ensaladera. Eso sí, tal y como ha destilado él mismo, esta situación no podrá prolongarse mucho en el tiempo... por lo que podemos estar ante uno de los últimos trenes del balear hacia los 22 grandes.