La lluvia retrasó la clasificación de MotoGP (y Moto2) más de la cuenta, pero cuando la climatología permitió la reanudación de la acción en pista, Marc Márquez consiguió la pole position en el Gran Premio de Japón. El '93' volvió a ser el más rápido el sábado 1.071 días después, desde que lo hiciera precisamente en el circuito nipón en 2019.

El ilerdense ya había avisado de sus posibilidades en el entrenamiento matinal, también pasado por agua, en el que había sido el más rápido. Durante la Q2, Johann Zarco y Brad Binder pusieron en apuros al piloto de Honda, pero ninguno pudo superar el 1.55.214 que firmó Márquez.

Las circunstancias ayudaron. Estar en Motegi, circuito en el que hace pruebas Honda, y las condiciones de agua, son factores claves en esta hazaña, pero no deja de quitar mérito conseguir la pole en su segunda carrera de vuelta, algo que el propio Márquez celebra: "La última pole fue aquí hace tres años, ha sido una espera muy larga. Tenía que aprovecharlo. Me encuentro muy cómodo en agua, puedo pilotar como quiero y lo he aprovechado. Quiero agradecer a toda la gente que me ha ayudado en la recuperación, sé que hemos hecho la pole en agua, pero en mi condición y después de todo lo que hemos pasado, se tiene que celebrar todo".

La carrera se prevé que será en seco, por lo que Márquez ha querido rebajar los ánimos de cara al domingo: "Me falta fuerza en el brazo en condiciones de seco. Mañana la carrera será en seco y veremos qué pasa, pero hay que buscar alicientes para seguir adelante".