ElGran Premio de Austriadejó una de las radios más polémicas de la temporada. A lo largo de la carrera,Lewis Hamilton propició varias quejas hacia su equipo por el rendimiento del coche y se mostró muy pendiente de detectar cuando Sergio Pérez sobrepasaba los límites de pista mientras bregaba con él.

Después de varios mensajes y en medio de la tensión de la carrera, Wolff tiró de galones para contestar al siete veces campeón del mundo y callarle la boca: "Lewis, sabemos que el coche es malo. Pero dedícate a conducir".

El austriaco fue contundente, quizás más de lo que le hubiera gustado. Es por ello que compareció ante los medios después de la carrera para explicar su reacción: "Lo dije por el interés de los pilotos y del equipo. A veces hay un momento determinado en el que necesitas calmar las cosas, pero lo hice con la mejor intención".

"En ese momento sentía que sólo quería asegurarme de que hacíamos lo máximo posible con el coche, que no funcionaba y, simplemente, trataba de darle la mejor oportunidad posible", añadió.

Dejando a un lado las radios, Wolff hizo autocrítica sobre el resultado final de la carrera: "El coche no tenía ritmo. Ha sido un día difícil, diría yo, porque hemos tenido una tendencia al alza (Barcelona y Canadá) y luego tienes que tragarte lo de hoy. No había ritmo y no tenemos ni idea de por qué".