Aston Martin quiere dar un importante salto en la Fórmula 1. Para ello ha puesto todo sobre la mesa. Grandes fichajes en todos los ámbitos. Dos nombres han destacado por encima del resto: el de Fernando Alonso y el de Dan Fallows, nuevo director técnico.
La escudería quiere darle casi plenos poderes a Fallows en lo que respecta al desarrollo del coche. Una figura similar a la que tiene Red Bull con Adrian Newey, considerado como uno de los grandes gurús de la actual Fórmula 1.
Precisamente Fallows ha explicado cómo era trabajar con Newey en Red Bull: "Aprendí mucho de Adrian. Todos sabemos lo talentoso que es como diseñador, pero lo que no aprecian las personas que no han trabajado con él es lo modesto que es desde una perspectiva técnica: no hay arrogancia técnica en él".
"Newey no tiene ningún problema en abandonar una idea si aparece una evidencia que sustenta un enfoque diferente. Por supuesto, crees en tus ideas y en lo que crees que es correcto, pero si algo o alguien presenta evidencia que prueba que una idea diferente es mejor, nunca debes tener miedo de cambiar de rumbo y hacer las cosas de manera diferente, esa es la clave", detalla.
Y ese parece que será el plan de Aston Martin: no tener miedo a cambiar. La escudería ya demostró en la segunda mitad de 2022 que podía cambiar cosas en el monoplaza para encontrar el rendimiento.
Cuando Alonso fichó por los británicos eran novenos. Al finalizar la temporada ocuparon el séptimo puesto empatados a puntos con Alfa Romeo y muy por delante de Haas y AlphaTauri. Una prueba del importante desarrollo.
Aston Martin tiene muy claro su plan ante la llegada de Alonso, todo un bicampeón de la F1. De sobra es conocida la exigencia que imprime el asturiano allá donde va. Y está en el proyecto perfecto porque su nuevo equipo está poniendo todo sobre la mesa para ser competitivo.