Carlos Sainz está ante uno de sus mejores momentos en su carrera deportiva. Parecería una locura realizar esta afirmación con tanta rotundidad, pero es así. Ferrari ha decidido no renovarle para 2025, se ha perdido un Gran Premio a causa de un apendicitis... Y, aún así, está en el mejor momento de su carrera.

Lo está porque por primera vez en toda su estancia en Ferrari estamos viendo a un Carlos Sainz completamente liberado, absolutamente rebelado y con un monoplaza que se ajusta a la perfección a su estilo de conducción. Así dejó constancia el madrileño en Bahrein, donde consiguió subirse al podio tan solo por detrás de los Red Bull. La operación por apendicitis frenó este gran arranque de año, aunque en Australia ha vuelto a sentar cátedra.

Y es que el madrileño llegó a Melbourne todavía dolorido tras la operación. Sin embargo, fue capaz de batallar por la 'pole' el sábado para coronarse el domingo tras 58 vueltas, algo que evidencia el gran momento que atraviesa el piloto de Ferrari.

"Estaba confiado ante la primera mitad de la carrera, la segunda parte era más una incógnita. Una vez pude abrir un hueco, pude gestionar los neumáticos y todo fue más fácil. No mentiré, en las últimas diez vueltas estaba más rígido y cansado. Mi cuerpo todavía está en modo protección así que todo lo hago más despacio. Solo en el último ‘stint’ estaba más incómodo, hasta entonces estaba perfecto", confirmaba el madrileño.

Respecto a su futuro, el ganador de ya tres Grandes Premios no ha dudado en valorar positivamente este resultado de cara a su futuro: "No hace daño, eso seguro (bromea). Sigo sin trabajo para el año que viene, seguro que esto ayuda. Todos saben de lo que soy capaz. Corro para demostrarme que puedo ganar con un coche competitivo. No corro para demostrarle a los ‘team principal’ ni a la gente mi valor. Corro para demostrármelo a mí. Es mi mentalidad y es como correré el resto del año".