Max Verstappen recogió en la noche de este viernes el trofeo que le acredita como el 34º campeón de la historia de la Fórmula 1 en la gala de premios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) celebrada en París.

El neerlandés, visiblemente emocionado y contento, afirmó en rueda de prensa que el final de Mundial fue de ensueño: "Ser campeón suena muy bien. Pero, para mí, es más el viaje: las horas, los días y años para lograrlo. Pero es increíble porque fue un año muy duro. Lo del domingo no se podía haber escrito mejor".

De hecho, el piloto de Red Bull fue más allá y relató cómo vivió la resaca del día posterior a la celebración: "Me tomé una copa el domingo. O más de una. Me desperté el lunes a las 13:00 horas o así pensando que tenía el día libre. Pero no fue así. Tenía un 'filming day' (día publicitario). Tenía un gran dolor de cabeza. Necesitaba descansar. Aún tengo sueño. Intenté ser perfecto todo el año. Todo salió tras el título. El martes piloté muy bien. Igual todavía me dolía la cabeza".

Paralelamente, y como no podía ser de otra forma, le preguntaron por su rival, Lewis Hamilton, que en palabras de su jefe, Toto Wolff, está muy "decepcionado" con el resultado final del Gran Premio de Abu Dabi.

"No siento que lo lamente por él, pero puedo entender que sea doloroso. Pero así son las carreras. Él ya ganó un título así. Nosotros sabíamos que habíamos ganado en la pista. Nadie nos podía quitar eso", explicó el '33'.

Por último, al ser preguntado por una hipotética retirada del heptacampeón, 'Mad Max' no ve al británico colgando el volante: "Puedo entender que no esté contento, pero esto puede pasar. Si mira atrás, a lo que logró, le reconfortará. Podrá luchar por su octavo título y lo hará el año que viene. No veo razón para que lo deje ahora".