Fernando Alonso hizo una de sus mejores carreras en el GP de EE.UU. Tras un brutal accidente con Stroll y chocar de lado con el muro, Alonso pudo continuar milagrosamente en la pista y protagonizar una remontada espectacular, pasando de ser 17º a llegar a ser sexto, aunque Lando Norris le pasó en las últimas vueltas y acabó séptimo finalmente.

Sin embargo, este épico resultado de Alonso quedó en nada después de que Haas protestara a la FIA por el hecho de que Alonso se quedara en la pista en condiciones inseguras, después de que el Alpine perdiera un retrovisor en pleno adelantamiento a Magnussen.

La FIA dio el visto bueno a la protesta de Haas a pesar de que llegó 24 minutos tarde del tiempo establecido y el asturiano fue sancionado con 30 segundos, cayendo hasta la decimoquinta posición.

El jefe de Haas, Gunther Steiner, asegura que hicieron esta protesta para buscar coherencia con la FIA, ya que este año en varias ocasiones les han sacado a su coche la bandera negra y naranja, que quiere decir que el coche está obligado a parar en boxes porque tiene daños que pueden poner en peligro al resto de pilotos.

"Si a un coche le falta un espejo y la regla dice que tienes que tener dos espejos, ¿por qué aceptar que tras un accidente solo te queda uno? Todavía tienes que tener dos", dijo Steiner en 'Motorsport.com'.

"Vimos cómo se movía su espejo. Deberían haber sacado una bandera negra y naranja. Creo que debería ser descalificado, porque no tiene un coche que sea seguro. Eso es lo mismo que cuando tu reposacabezas se descoloca, tienes que entrar a boxes y cambiarlo", comenta sobre el espejo de Alonso que acabó saliendo disparado.

"A veces está bien y otras veces no está bien. Tenemos que encontrar la coherencia, que sepas lo que está bien o no, y eso es lo que hemos intentado averiguar", añade.