Ferrari quiere hacer borrón y cuenta nueva. Dejar atrás el pasado, comenzar de cero y hacer un coche completamente diferente a lo visto hasta la fecha. Carlos Sainz y Charles Leclerc pilotarán una máquina que nada tiene que ver con lo anterior. Buenas noticias, sin duda.

Lo ha confirmado Enrico Cardile, director técnico de chasis de Ferrari, en 'Motorsport'. En estas declaraciones ha dejado claro que quieren "pasar página" del coche de 2023, con el que sólo lograron una victoria (Carlos Sainz en el Gran Premio de Singapur). 

"Con el monoplaza de 2024 pasaremos página, el nuevo proyecto es diferente. Nos hemos dado cuenta de que para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado necesitamos un coche diferente, y en consecuencia el año que viene veréis un monoplaza diseñado diferente", ha comentado.

En Maranello quieren romper con ese primer diseño que hicieron ya hace dos temporada: "El coche de 2022 se desarrolló siguiendo un concepto vinculado a un objetivo, la forma del monoplaza era una consecuencia de lo que se quería conseguir".

"El SF-23 se desarrolló en continuidad con el coche de 2022, con el objetivo de mejorar algunas de las limitaciones del monoplaza anterior. En general conseguimos nuestro objetivo, porque el coche en pista respetó los resultados vistos en las simulaciones", explica Cardile.

No quieren repetir los errores del pasado. Porque ya en la pretemporada se dieron cuenta que algo no iba bien: "El problema es que ya en los entrenamientos de pretemporada nos dimos cuenta de que la dirección que habíamos tomado no era la que mejor rendimiento ofrecía, la más rentable".

"En ese momento tuvimos que revisar nuestros objetivos en el frente del desarrollo aerodinámico y trabajar para intentar compensar las deficiencias", sentencia el de Ferrari, que parece haber aprendido la lección.