Escuchar a Lewis Hamilton preguntar si recibía algún punto después de finalizar décimo en Arabia Saudí demuestra el terrible momento que está atravesando Mercedes. Del todo, de dominar la Fórmula 1, a estar demasiado lejos de la cabeza en las dos primeras carreras de la temporada.

Sus rivales siguen pensando que llegarán. Christian Horner, jefe de Red Bull, está convencido de que acabará estando en la pelea. Sin embargo, esa opinión no coincide con la del expiloto Ralf Schumacher, que ha sido muy duro en 'Sky' con las flechas de plata.

"Veo que hay pocas esperanzas de que Mercedes se meta en la lucha por el Mundial de F1. Creo que ahora les toca encarar un momento difícil", ha dicho Schumacher, que ha desgranado los problemas de Lewis Hamilton y George Russell.

"En el pasado, Mercedes siempre podía usar su motor y lograba obtener más potencia que sus rivales. Es diferente este año porque probablemente no puedan llegar al límite con la participación de E10 en el lado del motor de combustión", explica Schumacher.

El motor, el gran problema: "Tal vez sea necesario mejorar en términos de combustible. Y luego está el coche. No es lo suficientemente eficiente en términos de resistencia al aire y carga aerodinámica. Mercedes solía compensar esto con su potente motor, pero no este año. En carrera, la velocidad de Mercedes no fue mala, pero aun así estuvo casi un segundo por detrás de Red Bull y Ferrari".

Mercedes llevará mejoras a Australia, pero ahora mismo parece una utopía que puedan estar cerca de Red Bull o Ferrari, los dos mejores coches con mucha diferencia de la parrilla. Los de Toto Wolff deberán ir paso a paso hasta dar con la tecla. En primer lugar, al menos dominar la zona media por delante de Alpine, Haas o Alfa Romeo.

Parece imposible que Hamilton pueda pelear por su octavo mundial hasta la última carrera, tal y como ocurrió la temporada pasada frente a Max Verstappen. El neerlandés sí está luchando con los Ferrari... y parece el único capaz de poder hacerlo.