El piloto español Fernando Alonso hizo historia en Le Mans al ganar la mítica carrera de resistencia tras ofrecer una clase de conducción en su estreno con el Toyota. El aturiano ganó la carrera y en su equipo tienen mucho que agrader a Alonso por su increíble remontada en su relevo nocturno.

La exhibición nocturna de Alonso en Le Mans

El español Fernando Alonso cerró su segundo relevo en el coche número 8 del equipo Toyota, tras dos horas de exhibición, en las que dio 43 vueltas y recortó 96 segundos al coche #7, también del equipo nipón.

Poco antes de que Alonso concluyese su tanda, desde el garaje le preguntaron si quería prorrogar su recorrido, a lo que el piloto español ha respondido: "Ni lo dudes".

Alonso se sintió muy cómodo y después de tomar el coche en la vuelta 170, con el lastre por la penalización que sufrió su compañero de equipo Sébastien Buemi por un error al adelantar a dos coches en una zona prohibida, arrancaba su tanda con una desventaja de 2:20.143, a falta de trece horas y treinta minutos para finalizar las 24 Horas de Le Mans.

Primero ante el británico Mike Conway en el coche #7 del Toyota TS050 Hybrid y después contra el argentino José Maria 'Pechito' López, también en el mismo prototipo, el español se mostró intratable y actuó como un martillo, reduciendo segundo a segundo el lastre heredado por su compañero.

A la mitad de la carrera, cuando ésta ha llegado a las tres de la mañana, Alonso afrontaba la vuelta 195 y los 2:20 ya los había rebajado a 1:17.023, dando vueltas en 3:19, aunque el argentino también completaba giros con los mismos guarismos.

No obstante, el campeón español estaba muy cómodo en el coche y en la carretera y, a pesar de algunos momentos en los que encontró algo de tráfico, su conducción resultó perfecta, devolviendo a su equipo a una posición más realista para luchar por el triunfo.

Al salir del coche Alonso y entregárselo a su compañero Kazuki Nakajima, el Toyota #8 estaba a sólo 44 segundos del otro coche del conjunto nipón.