La Fórmula 1 vive un nuevo caso de discriminación. En este caso, por racismo y por homofobia. Y, tras lo sucedido con Piquet y lewis Hamilton, ha sido el equipo Aston Martin el que ha sido acusado de ambas cosas tras el despido de un empleadi, de nombre Aidan Louw.
De 25 años, el trabajador, mestizo y nacido en Sudáfrica, tenía como desempeño hacer piezas para el coche de Sebastian Vettel cuando, desde febrero, empezó a sufrir abusos verbales.
Así lo relata Louw: "No me llaman Aidy, ni nada por el estilo".
En palabras a 'Sky Sports F1', dice que todo eso lo suplían con motes e insultos racistas.
Además, luego dice que le insultaron cuando se enteraron de que, en su adolescencia, tuvo novio: "Se lo conté a alguien, y ahí fue cuando todo cambió".
"Trataron de denigrarme, de desmoronarme como hombre, como individuo y como ser humano", afirma Louw.
La escudería afirma que su desempeño era "deficiente"
Por su parte, Aston Martin ha reaccionado. La escudería niega que el despido del empleado tuviera algo que ver con la discriminación y alude a su forma de trabajar, con un "desempeño deficiente".
La marca, además, dice que no tiene nada que ver con los hechos: "Nos ocupamos con seriedad de cualquier acusación de este inaceptable comportamiento".
"Investigamos a fondo todas esas afirmaciones, y se sanciona a cualquier persona que no cumpla con nuestros estándares. Se creyó al denunciante, se atendió a sus quejas y se impusieron las sanciones acordes con nuestra política de tolerancia cero", sentencian.
"Mi comunidad es la víctima"
Finalmente, Aidan no quiere que se le vea como una víctima: "Mi comunidad es la víctima. no soy yo solo. Este abuso no está bien".
"No pedimos que se nos den oportunidades, solo que haya igualdad de oportunidades", dice el exempleado de Aston Martin.