A sus casi 61 años, Carlos Sainz está dando una auténtica lección de resiliencia, deportividad y coraje en la presente edición del Dakar.

Tras vencer en la etapa inaugural, el madrileño sufrió accidentes en la cuarta y en la sexta, siendo este último la causa de haber quedado fuera de la lucha por el rally.

A pesar de ello, 'El Matador' se negó a abandonar y, de hecho, en la séptima tuvo el enorme gesto de frenar su curso para socorrer a Ekström.

Pues bien, este martes durante la novena etapa, ha llegado otro varapalo para Sainz. En el inicio de la mañana, en el kilómetro cinco, su Audi RS Q e-tron E2 aterrizó de morro y quedó 'ruedas arriba' tras coger con mucha velocidad una duda baja.

Su copiloto, Lucas Cruz, se encontraba bien, pero Carlos aquejó dolores torácicos y de espalda, por lo que requirió el traslado al hospital en helicóptero.

De "renunciar a continuar en carrera" a "darse una nueva oportunidad": ese fue el titular de los minutos siguientes. En pleno vuelto al hospital de Riad (Arabia Saudí), el español pidió "al helicóptero medicalizado que le trasladaba al hospital que diera vuelta y le llevara de nuevo a su vehículo", tal y como informa la organización.

Cabe recordar que el reglamento del Dakar permite reengancharse a la carrera a pesar de, incluso, estar en el helicóptero de camino al hospital... y en el diccionario de Sainz no está la palabra rendición.