Fernando Alonso acabó antes de tiempo la última sesión de entrenamientos de las 500 Millas de Indianápolis. El asturiano, cuando restaba menos de una hora para el final, estrelló su McLaren contra el muro en una jornada, eso sí, en la que volvió a rodar a gran velocidad.

Sin embargo, en la curva 4 Fernando perdió el control del coche y terminó contra el muro. No hubo mayor consecuencia, ni tampoco fue un golpe especialmente grave, por lo que parece que en McLaren no se tendrán que ver obligados a recurrir al coche reserva como sucedió en 2019.

Alonso trató de apurar el interior en el giro de la entrada a la recta principal, pero el resultado fue que la parte delantera derecha del coche quedó más que tocada tras el toque contra el muro.

"He perdido el agarre del coche y los muros están cerca. Por suerte ha sido hoy. Aprendemos de esto. Todo ha ido bien, hay que mantener el buen trabajo y a esperar que no haya más problemas", dijo Fernando.

Y es que este viernes es el 'Fast Friday', en el que suben la potencia de los coches y, lógicamente, corren más. El McLaren de Fernando Alonso debería estar listo para la acción.

De momento, lo está. Su velocidad está entre los diez primeros de la prueba después de ser quinto en los Libres 1 y octavo en los Libres 2. A pesar de su accidente, estuvo muy cerca del líder.

Mucho ha cambiado todo con respecto al pasado año, en el que Alonso apenas podía mantener el ritmo de los favoritos. La consecuencia fue que ni clasificó para la carrera.

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