Todo empezó con la emboscada al autobús de Boca Juniors cuando el equipo se dirigía al Monumental. Fue el ataque que dejó heridos a varios jugadores y que obligó después a suspender la final de la Libertadores. Ahora, varios testigos cuentan su experiencia.

"Dentro del estadio todos estuvimos de forma pacífica", cuenta una aficionada que estuvo presente en el Monumental. Los aficionados coinciden en que la mayor parte de los seguidores fueron pacíficos. "Esto es River, no lo que pasó allí en Buenos Aires".