Sin mirarse, sin dirigirse la palabra durante un total de 15 minutos.

Una relación aparentemente inexistente y todo arrancaba en el documental en el que Griezmann anunciaba que se quedaba en el Atleti, cuando todo apuntaba a su llegada a Barcelona.

Según el 'Sport', la forma de revelarlo no gustó en la plantilla culé. Cayó muy mal su anuncio de no venir al Barça. Tanto fue así que Messi tiraba balones fuera cuando le preguntaban por el francés.

Pero Griezmann llegó y el recibimiento del capitán no fue el esperado. En el Joan Gamper se veían por primera vez. Durante el partido, era Antoine el que saludaba a Messi, y aunque el argentino le devolvía el saludo, no hubo más contacto entre ellos.

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