Unos días después del incendio que devoró la ciudad deportiva del Flamengo y que dejó diez víctimas, Brasil se pregunta por las causas. El mal estado de las instalaciones, sumado a un cúmulo de negligencias, serían la respuesta.

Y es que los medios brasileños aseguran que las paredes estaban hechas con un material inflamable. Pero no fue la única negligencia; sólo había una salida para seis habitaciones.

Desde el club desmienten cualquier irregularidad, pero lo cierto es que el edificio no contaba con el módulo de licencia de habitabilidad del Ayuntamiento.