Tras la prueba piloto en el Puskas Arena en la Supercopa de Europa, la UEFA ha aprobado este jueves que en las competiciones europeas puedan acceder hasta un 30% de los aficionados de los estadios.

Una medida, eso sí, que quedará sujeta a la aprobación de las autoridades locales. Mientras que en otros países como Alemania los aficionados ya entran al fútbol, no ocurre lo mismo en España.

"Los partidos UEFA no podrán jugarse con espectadores allá donde las autoridades locales no lo permitan, y el límite del 30% de la capacidad sólo puede alcanzarse cuando el límite establecido por las autoridades locales no sea inferior, en cuyo caso, se aplicaría dicho límite", dice el comunicado de UEFA.

La distancia social y la mascarilla (siempre que lo impongan las autoridades locales) serán los otros dos requisitos para llevar a cabo esta medida.

"La decisión de hoy es un primer paso sensato que pone la salud de los aficionados en primer lugar y respeta las leyes de cada país. Aunque todos nos enfrentamos a un enemigo común como es el COVID, los diferentes países tienen distintos enfoques y desafíos en un momento dado. Esta decisión permite mucha más flexibilidad local que antes para tratar la admisión de los aficionados, respetando siempre la evaluación de las autoridades locales", ha expresado Aleksander Ceferin, presidente de UEFA.