El Real Madrid no pudo con Osasuna. No pudo con un Osasuna que terminó jugando con diez. No pudo llevarse la victoria en el Bernabéu, en un partido que significa el primer pinchazo en LaLiga. Que es, incluso contanto Champions League, el primer tropiezo de los blancos esta temporada. El liderato, tras la visita rojilla a la capital, es del Barça.

Y eso que Vinicius lo hizo todo para evitar el tropiezo. El brasileño, en un Real Madrid tremendamente gris, fue el más activo tanto en el primer como en el segundo acto. Con Tchouameni irreconocible, y con Benzema todavia en proceso, el 20 de los de Ancelotti fue para los locales lo que Abde para Osasuna.

Un puñal. Un jugador que volvió loco, y que en ocasiones también perdió los nervios, a Nacho Vidal. Le sacaron del partido, o lo intentaron, porque no dejó ni un solo momento de intentarlo.

Un gol sin querer, pero gol igualmente

Obra suya fue el gol del Real Madrid. Lo marcó sin querer, pero esos tantos valen lo mismo como cualquier otro. Puso un centro, no llegaron ni Benzema ni Rudiger... y para dentro. Y menos mal que no llegaron, porque de haberlo hecho posiblemente el VAR habría anulado la diana por fuera de juego.

Pero, como Vinicius, Osasuna no se rindió. Kike García empató, y los blancos se volcaron al ataque. Benzema, que todavía no es el de la temporada pasada, falló un penalti provocado por él mismo que dejó a los de Arrasate con diez durante más de un cuarto de hora.

Vinicius, todo pasaba por él

Ahí de nuevo Vinicius trató de echarse el equipo a la espalda. Ancelotti cambió todo el mediocampo, normal viendo el nivel de Tchouameni ante Osasuna, pero él no trastocó su forma de jugar.

Vertical, incisivo. En sus botas estuvo el 2-1 con un tiro desde la frontal del área, de esos que duelen a los porteros al no saber si botarán o no justo delante. Además, puso un par de buenos centros que ni Mariano, que entró al verde antes que un Hazard que se quedó a cero, ni Benzema, pudieron rematar a gol ante Sergio Herrera.

El Real Madrid, tras la visita de Osasuna, pierde su impoluta hoja de servicios en esta temporada. Eran ocho victorias, y ahora siguen siendo ocho victorias entre LaLiga y Champions... más un empate. Uno gracias al punto que rascó un combativo equipo rojillo que ni con diez renunció a poder llevarse algo más del Bernabéu.