El Real Betis y el Celta empataron 3-3 en un choque con muchas alternativas y con un tiempo para cada uno, con un mayor dominio céltico en el primero y un mejor juego bético en el segundo, un resultado que deja a los andaluces aún cerca de la zona baja y a los gallegos sin dar el paso hacia los puestos altos.
El choque empezó frío como el día, lluvioso en Sevilla, pero el Celta impuso pronto su dominio con su juego de toque y la buena conexión de sus mediocampistas, que buscaron con sentido a Aspas y a Theo Bongonda ante un Betis dormido, sin garra ni intensidad. El equipo celeste controló siempre a un rival sin ideas y que le cedió mucho terreno, incapaz de asociarse para llegar en ataque y de quitarle el balón a los célticos, que recogieron los frutos a su aplastante posesión del esférico cumplido el primer cuarto de hora.
El tanto de los vigueses se veía venir ante la pusilanimidad y las carencias de los verdiblancos, hasta que en una de sus incursiones por la izquierda Bongonda abrió el juego a la derecha, donde Daniel Wass habilitó con un centro fuerte y raso a Iago Aspas, que remachó a gol en el área chica. El 0-1 no hizo reaccionar al Betis y el Celta siguió llevando la iniciativa y teniendo el balón, pero no aprovechó sus llegadas y careció de remate y de una mayor ambición para ampliar su renta. El primer tiro de los verdiblancos llegó al filo de la media hora, en un disparo flojo de Sanabria que paró sin problemas Rubén Blanco.
Del 0-1 al 2-1, y del 3-2 al 3-3
La falta de decisión de los gallegos para lograr una ventaja más holgada dio oxígeno al equipo de Víctor. Tras avisar en el minuto 37 Rubén Castro, que no resolvió en el área al despejar con apuros la zaga, el Betis empató a cuatro del descanso al marcar precisamente el canario el 1-1 de penalti, cometido por Fontás sobre Petros.
En la reanudación, Víctor reajustó su zaga al entrar el lateral Rafa Navarro para actuar de central por Bruno. El decorado cambió por completo, pues los béticos salieron con otra cara, con más brío y presencia, y el Celta perdió el control ante el resurgir del Betis, que creó ahora mucho más peligro en ataque. Así, a los tres minutos, el meta Rubén Blanco vio cómo un tirazo de Rubén Castro, desde la frontal del área, se estrelló en el poste derecho y, cinco minutos después, el paraguayo Sanabria culminó la remontada con el 2-1 al aprovechar un magnífico pase de Rubén Castro para recortar a un defensor y hacer su segundo tanto como bético.
El Celta, ya con el chileno Orellana -que reapareció tras seis partidos de baja- en el campo, despertó y, tras un intento de Aspas, muy activo, que paró Adán, el exsevillista hizo el 2-2 sobre la hora de juego a pase de Bongonda, en un despiste de la defensa local. Pero el Betis, con ataques rápidos, no se rindió y se puso de nuevo por delante a 17 minutos del final con un golazo del argentino Pezzella al cabecear un córner botado por Joaquín y que él mismo había provocado antes con un testarazo que desvió Rubén Blanco.
Aunque Dani Ceballos pudo hacer el 4-2, pero, solo en el área, no atinó a un cuarto de hora de la conclusión, los vigueses apretaron en pos de una igualada que amarraron a seis minutos del final al marcar el argentino Roncaglia, también de cabeza y en un córner sacado por Wass, el 3-3 con el que acabó un choque muy movido.
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