El histórico tercer puesto de Bélgica en el pasado Mundial de Rusia se fraguó en gran medida en el partido de cuartos de final contra Brasil (1-2) donde el primer gol de los "Diablo rojos" nace de un fortuito episodio que ahora ha revelado el futbolista Vincent Kompany.
"La historia de ese gol es interesante. La víspera, en el hotel, no lograba dormir y tomé una pastilla pero olvidé poner el despertador. Resultado: por la mañana, durante la primera reunión yo no estaba", comentó el central en un reportaje que emite la cadena pública belga RTBF sobre el desempeño de su selección en Rusia.
Kompany se perdió así la parte de la charla técnica en la que el seleccionador, el español Roberto Martínez, disertaba sobre las jugadas a balón parado. El veterano jugador del Manchester City se excusó por el retraso y pidió que el segundo entrenador, Thierry Henry, le resumiera lo que se había tratado hasta entonces sobre jugadas a balón parado.
"Entre los dos, cambiamos completamente los planes previstos. Le dije que Brasil defendía exactamente igual que el Manchester City. Había visto al seleccionador nacional brasileño con Pep Guardiola en nuestro centro de entrenamiento en el City. Copiaron exactamente lo que hace el City. Y conozco las debilidades del sistema", recuerda.
Ya en el partido, el defensa belga participó en el gol que abrió el marcador en el minuto 13 en un córner que botó Nacer Chadli, a quien le habían pedido que sirviera al primer palo. "Si miras las imágenes, hago una carrera que corta las dos líneas y nadie de la primera línea, la que está dedicada a despejar el balón, me ve llegar", prosigue el futbolista belga, que se anticipó a los dos zagueros brasileños encargados de defender el primer palo y peinó el balón hacia atrás con la cabeza.
Kompany, que creyó haber marcado hasta que descubrió que en última instancia el brasileño Fernandinho había desviado el balón contra su propia meta, atribuye su incursión entre líneas al cambio de planes decidido en la charla que mantuvo con Herny y propiciada accidentalmente por un somnífero. "Es una locura", añadió el defensa, de 32 años, que recordó que Bélgica se enfrentó en el Mundial contra Brasil, Francia y dos veces contra Inglaterra.
"¿Quién habría creído hace algunos años que habríamos terminado terceros enfrentándonos con esos adversarios? Estoy orgulloso de nuestro recorrido", concluyó Kompany sobre una Bélgica que se clasificó primera de grupo, apeó a Japón y derrotó a Brasil para luego perder en la semifinal contra Francia (1-0) e imponerse contra Inglaterra (2-0) en el duelo por el tercer y cuarto puesto.