Antoine Griezmann es el ave fénix del Barça. El galo, que parecía desahuciado durante la pasada temporada y también en esta, y que además aparece con asiduidad en las quinielas para dejar el club, es quien ha tirado del carro ante el Villarreal para mantener a los azulgranas en la pelea por LaLiga para proseguir con una gran racha tanto de juego como de goles en este tramo de temporada.

Y no fue fácil el encuentro en La Cerámica, pues los amarillos se adelantaron con un gol de Chukwueze. Sin embargo, y cuando aún celebraban los de Emery, Mingueza se la puso a Griezmann para que el francés, con sutileza y poniendo el exterior, hiciera una media vaselina ante la salida de Asenjo.

Su segundo gol fue un regalo del Villarreal, pues Foyth le pasó directamente el balón y él tan solo tuvo que definir.

Así, con 1-2 y con el Villarreal con diez, acabó un partido en el que Antoine fue sustituido para que entrase Dembélé. Pero no, esta vez no es como esos otros cambios que ha 'sufrido' Griezmann, y es que en esta ocasión se fue al banco con dos goles.

Y con una sonrisa en la cara. Una que parece haber recuperado desde que Ronald Koeman cambió de esquema para jugar con dos jugadores arriba en vez de con tres. Primero fue Dembélé con Messi, pero la lesión de Ousmane ha sido bien aprovechada por Griezmann.

Antoine es protagonista. Lo fue en la final de la Copa del Rey y en este tramo de LaLiga clave para el Barça en el que, junto al Atlético, son los que depende de sí mismos para ganar el título.

Juegan entre ellos, en el Camp Nou, en un encuentro que puede ser, o que posiblemente sea, fundamental en el devenir de este campeonato.

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