No ha podido aguantar las lágrimas. No ha hecho falta ni esperar a empezar a hablar. Cuando Leo Messi entró en la sala de prensa del Camp Nou y vio a su familia, compañeros, amigos, los trofeos que ha ganado a lo largo de su legendaria carrera en el FC Barcelona, el astro argentino se mostró más humano que nunca.

Messi dejó la imagen de su despedida antes de empezar su discurso de despedida y de agradecimiento. "Estaba todo arreglado, pero en el último momento, por el tema de LaLiga no se pudo hacer. No hay más que eso. Teníamos todo acordado", confesaba Messi, en la línea de Laporta este viernes.

Una situación que supone "un cambio duro" para él y, "sobre todo", para su familia. "Sé lo que sienten por estar en esta ciudad", afirmaba Messi, que reconocía que ir al PSG "es una posibilidad". Para el '10', que ha vivido todo tipo de momentos de gloria y derrota en el terreno de juego, esta despedida ha supuesto "el momento más duro" de su carrera deportiva.

"El año pasado sí estaba preparado, pero este año no. Estaba convencido de que íbamos a seguir acá, a seguir en nuestra casa", añadía Messi, que promete que volverá a su "casa": "Estaremos unos años fuera pero volveremos".