El equipo bilbaíno viajará la última jornada a Sevilla sabiendo que con un empate se aseguraría la séptima plaza de la tabla y lograría el billete europeo. Incluso podría ser sexto si gana en el Ramón Sánchez Pizjuán, con lo que se ahorraría las tres previas europeas a las que, en principio, obligaría el séptimo puesto.
Y también estaría el Athletic en Europa aún perdiendo si el Espanyol y la Real Sociedad, a los que tiene a tres puntos pero con la diferencia de goles en contra, empatan en el partido en el que se medirán en Cornellà-El Prat.
El Celta por su parte, ya casi tiene la permanencia asegurada puesto que supera en tres puntos y en la diferencia de goles general al Girona, antepenúltimo en la tabla. De todos modos, puntuar ante el ya descendido Rayo Vallecano en Balaídos certificaría, sin más cuentas, su salvación.
Abrió el marcador Raúl transformado con un disparo por el centro de la portería un penalti de Néstor Araujo sobre Muniain; un minuto después el navarro puso el 2-0 rematando una preciosa jugada de su equipo iniciada por Ander Capa, continuada por Williams y casi finalizada por Muniain, que le dejó el gol casi hecho a pesar del intento de un defensa visitante; y Williams marcó el 3-0 gracias a un mal despeje de Rúben Blanco, que despejó sobre el cuerpo del delantero bilbaíno, que ya solo tuvo que empujar a puerta vacía.
Ya en el tramo final del choque, un penalti por mano de Aritz Aduriz en el área local permitió a Iago Aspas acortar distancias en el marcador y cerrar el 3-1 definitivo.
El primero que dio en el partido fue el Celta, que marcó en el minuto 4 con un cabezo de Maxi Gómez a centro de Brais Méndez en una jugada a balón parado. Aunque el gol fue anulado por fuera de juego del delantero uruguayo.
Aún amagaron los visitantes en una jugada calcada en la que el charrúa, esta vez a centro de Boudebouz, remató más con la cara que con la testa y el balón se le fue desviado. Respondió el Athletic, que ya había amagado con un disparo lejano de Beñat, y en dos minutos finiquitó el choque con dos tantos de Raúl García que casi pudo firmarlos al unísono con Muniain, que fue quien los generó.
En el primero, el pequeño delantero provocó un penalti en el que Araujo le atropelló cuando se le plantó delante en una entrada al área, a pase de Williams.
Raúl no perdonó desde los once metros. Como tampoco lo hizo un minuto después en el claro pase de gol de Muniain, a pesar de que le encimaba un defensa. La jugada de ese segundo gol, nacida en Capa y continuada por Williams antes de la entrada en acción de Muniain y Raúl, fue de las mejores del Athletic en toda la temporada. Aunque la defensa celeste dio facilidades.
Al igual que Rubén Blanco, que regaló el 3-0 a los 'leones' en un mal despeje que dio en Williams y se le quedó franca a la 'pantera' bilbaíno para batir a puerta vacía la meta viguesa. La segunda mitad comenzó con un complicado remate de cabeza de Aspas y una volea más dirigida de Capa en el área contraria Y poco más pasó que la salida al campo de Susaeta para que la parroquia bilbaína despidiese a su último capitán.
Ya en el tramo final, y en medio del carrusel de cambios, el Athletic marcó su cuarto tanto. Pero fue anulado por fuera de juego de Capa, que había pasado hacía atrás en una incorporación por la derecha para que Williams enganchase una buena volea que había batido a Rubén. Sí valió, en cambio, el 3-1 logrado por Iago Aspas al transformar un penalti por mano de Aritz Aduriz en el área local al intentar despejar un balón.