Tal y como se preveía, la afición del Atlético ha señalado a Antoine Griezmann como persona 'non grata' en el Metropolitano. Si ya le pitaron cuando vestía de rojiblanco cuando había rumores sobre su salida, ahora que ha vuelto vestido con la camiseta del Barcelona la música de viento se ha hecho notar sobre el francés en todo momento en su regreso a la que fue su casa.
La placa ya presagiaba que el recibimiento iba a ser de todo menos pacífico, pues como es costumbre apareció llena de suciedad e incluso ahora con una cruz que directamente tachaba su nombre. No se vislumbraba nada bueno, y el recibimiento fue peor incluso que el que se esperaba.
Con los típicos silbidos y algún que otro insulto, pero también con un intolerable '¡Griezmann, muérete!', la grada del Metropolitano dio la bienvenida a Antoine Griezmann en su vuelta con la camiseta del Barcelona.
Además, una brutal pitada en cuanto sonó su nombre por megafonía, en cuanto saltó al campo y también en cada balón que tocaba. También incluso cuando ni tan siquiera entraba en contacto con el cuero. Si Antoine estaba cerca de la acción, pitada.
Griezmann estuvo un total de cinco temporadas en el Atlético, y fue la principal estrella de los rojiblancos en cada curso en que defendió su escudo. Sin embargo, la afición no le perdona ni su marcha ni la forma en la que esta se produjo.
Cada verano crecían los rumores, que él no desmentía, sobre si seguiría o no en el club. El pasado verano incluso grabó un documental para decir que se quedaba, firmando una multimillonaria renovación, para finalmente marcharse cuando su cláusula bajó a 120 millones.
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