Dicen que no es como se empieza sino como se acaba, pero siempre es mejor comenzar bien que tener un mal inicio. El Barcelona ha entrado en LaLiga con el pie izquierdo, con una derrota ante el Athletic que no es lo peor para los culés pues siempre es posible caer en San Mamés. Y es que lo más negativo del asunto es que los de Valverde siguen en modo pretemporada, y que hay varias sombras que siguen presentes.

La primera de ella es evidente: Lionel Messi. No es que el argentino sea una sombra, es que con él las que sí lo son se iluminan con una radiante luz. El 10 no estuvo en Bilbao por lesión, y como es evidente se notó. Se lleva notando desde hace tiempo, pues nadie hay capaz de hacer, o de acercarse a hacer, lo que hace él en el terreno de juego.

Antoine Griezmann estaba llamado a tomar ese rol por su forma de jugar y de actuar en el verde, pero aún no está para comer en la misma mesa que Messi. El francés, que ha estado muy espeso en verano salvo en el partido ante el Nápoles en el que por fin pudo marcar, estuvo desconectado en San Mamés.

Precisamente La Catedral es uno de sus estadios favoritos, quedando por ejemplo para el recuerdo el 'hat trick' que marcó en su primer curso con el Altético. Con los azulgranas estuvo perdido y sin conexión alguna con el juego culé. Y de un jugador que ha costado, de momento, 120 millones se espera siempre algo. Hasta ahora, ese 'algo' no ha aparecido.

Eso sí, no todo es cosa suya, pues si por algo se ha caracterizado Griezmann es por sentirse más cómodo con un '9' de referencia. En el Barcelona, ante el Athletic, lo tuvo hasta el minuto 37. Fue entonces cuando Luis Suárez se rompió, confirmándose una lesión en el sóleo de su pierna derecha. Y si mucho se nota la 'Messidependencia', igual pasa con la ausencia de otro delantero que pueda cubrir al charrúa.

Le sustituyó Rafinha, que no es precisamente un punta sino más bien un jugador de mediocampo con llegada desde segunda línea. Sin referencia, Griezmann se perdió aún más en un equipo que necesita como el comer a alguien que haga de Suárez sin ser Suárez. De momento no lo tiene, pues aunque Antoine pueda jugar de '9' no es un '9'.

La marcha de Coutinho al Bayern dejó a Valverde sin alternativas en ataque en el banquillo. Uno en el que, por cierto, estaban Busquets y Rakitic. El croata, 'víctima' de la 'operación Neymar' y del deseo del Barcelona en ofrecerle como moneda de cambio o como traspaso a todos los sitios posibles. De momento, Ivan se fue al banco en el debut en Liga. De Jong estuvo completamente atado en corto por Raúl García.

Poco se puede decir eso sí en el gol de Aduriz. El jugador del Athletic hizo una de esas obras maestras que habría llegado a ser hasta pecado que no hubiera entrado en las redes de Ter Stegen. Y es que el gol llegó porque tenía que llegar, y a pesar de todas las intentonas culés, con dos tiros a la madera incluidos, las dudas están más que presentes.