Y en diez minutos, el Valencia se cargó al Real Madrid. Mestalla vio y vivió una noche como las de antes con su equipo ejerciciendo de grande en su feudo y ganando al líder de la Liga, un líder que entró dormidísimo al duelo y que nada más comenzar ya perdía 2-0 con un golazo de Zaza y un tiro raso y seco de Orellana. A pesar de que Cristiano anotó antes del descanso esta vez no hubo remontada, y el título se abre de nuevo a expensas de lo que suceda en el encuentro aplazado que les queda a los madridistas en Vigo ante el Celta.
Dos tiros y dos goles. Así se puede resumir el vendaval valencianista en Mestalla ante el Real Madrid. Y es que sí, los blancos, hoy de morado, querían poner calma, pero el cuadro de Voro no estaba muy por la labor. Primero Simone Zaza, con un golazo espectacular de volea a la media vuelta, batió a un Keylor que solo pudo mirar la bola entrar. Luego fue Orellana, en una contra eléctrica en la que batió al arquero costarricense con un tiro raso y seco por el primer palo.
El inicio soñado para todo equipo en todo partido, salvo si enfrente tienes a un Real Madrid que de sobra es sabido que nunca se rinden. Lejos de venirse abajo, el equipo de Zidane se echó hacia arriba para buscar un gol rápido, y aunque pudo llegar en botas de James, lo que más cerca estuvo fue el 3-0. Primero con Munir, y luego con un zapatazo de Parejo de libre directo ante el que Keylor respondió de forma perfecta.
Entre quizás y quizás, Cristiano hizo real lo posible. El portugués puso con la cabeza el cuero dentro de las mallas de Diego Alves con un testarazo impecable a un centro excelso de Marcelo. Gol psicológico, pues el Valencia ya saboreaba el descanso cuando en el 44 llegó un tanto que dejaba todo mucho más abierto para los segundos 45 minutos. Se avecinaba sufrimiento en Mestalla.
Le tocó trabajar al cuadro che, con la hinchada de su lado y con Nani en el banquillo tras tener que retirarse lesionado. El equipo de Voro vivía agazapado, esperando a que su presa se acercase lo suficiente en algún ataque para lanzar alguna contra letal. Con Diego Alves atento pero sin intervenir, el Valencia las tuvo. Dos, para ser más exactos. Y las dos terminaron igual, con dos penaltis no pitados. El primero, de Carvajal sobre Zaza; el segundo, de Ramos a Munir.
En el 85 se llegó a los minutos del frontón. El Valencia puso la muralla, y aunque intentaba sacar la pelota no había nadie arriba para retenerla. El Real Madrid, dueño y señor de todo, se dedicó a poner balones al área para ver si alguien remataba o si había algún rechazo afortunado. Cristiano tuvo una clarísima ya en el 92, y Enzo Pérez salvó otra cuando los madridistas ya celebraban. Pero no, esta vez no hubo 'noventayrramos'.
Esta vez el Real Madrid cayó por entrar dormido a un encuentro en el que el Valencia salió como un rayo. Dos latigazos de Zaza y de Orellana en diez minutos fue suficiente para batir al equipo de Zidane en Mestalla y para apretar un poco más la Liga. El arreón final no fue bastante, y se podría haber quedado en nada de haber señalado el colegiado al menos uno de los dos penaltis claros que debió señalar para el conjunto valencianista.