Aritz Aduriz no se volverá a vestir con los colores del Athletic de Bilbao. Ni con los de ningún otro club. Ha puesto punto y final a su carrera deportiva y este viernes se ha celebrado su acto de despedida.

Una despedida amarga para un jugador legendario para el club. En San Mamés, con mucha distancia de seguridad, no ha podido abrazar a sus compañeros que le observaban emocionados.

"No podía imaginarme esta despedida ni todo lo que me ha pasado, porque de pequeño ni siquiera pensaba en poder ponerme la camiseta del Athletic en una sola ocasión –ha recalcado el delantero-. Estoy abrumado por todo el cariño que he recibido estos días", explica el vasco.

"No es un momento para estar triste, sino para estar feliz porque he hecho siempre lo que me ha gustado y he disfrutado mucho haciéndolo. Por eso he llegado hasta aquí", señala el máximo goleador del Athletic en el Siglo XXI.

Sus problemas físicos han precipitado su retirada a sus 39 años: "Llevaba luchando desde hace tiempo contra los dolores y más o menos podía soportarlo y ayudar algo al equipo, aunque cada vez menos".

"Pero después de este confinamiento ha sido definitivo y no ha sido una pelea equilibrada; la balanza ha ido pronto hacia el lado de la cadera dañada. Todo cuerpo tiene sus límites y más para un deportista profesional. No había nada que hacer. En este momento, el equipo es mejor sin mí", confiesa.