Diego Maradona no pudo evitar el 'gusanillo' que tienen muchos exjugadores. No pudo dejar de pensar en fútbol. No pudo quedarse sentado en casa viendo el televisor, o comentando partidos. Porque Maradona, como muchos otros grandes, pasó a los banquillos. Porque él fue uno de los cada vez más que muchos ya no tan jóvenes vimos primero como jugador y y luego como entrenador.

Su debut como entrenador de Argentina fue en 2008, en un partido en el que los suyos ganaron por 1-0 a Escocia gracias a un tanto de Maxi Rodríguez. Fue un mero amistoso, pero en 2009 empezó lo 'serio'.

Su primer duelo oficial fue ante Venezuela, partido perteneciente al Mundial 2010. El duelo acabó 4-0, y en Buenos Aires ya se frotaban las manos hasta que ante Bolivia les metieron seis en una de las mayores goleadas recibidas por Argentina.

A finales de año, Maradona llevó a Argentina al Mundial de Sudáfrica 2010 gracias a su triunfo ante Uruguay, lo que valió para que la albiceleste terminara cuarta en su grupo. En el país africano, compartieron grupo con Nigeria, Corea del Sur y Grecia.

Nueve puntos de nueve posibles sumaron, en una hasta entonces impoluta participación argentina. En octavos, México, a quien ganaron por 3-1. Sin embargo, en cuartos se acabó lo que se daba cuando Alemania les goleó por 4-0. El 27 de julio de ese año, la AFA decidió no renovar a Maradona.

Emiratos Árabes, México...

De ahí a ver mundo. Primero, con el Al Wasl, de los Emiratos Árabes Unidos. Ahí estuvo hasta 2012, cuando fue despedido por los malos resultados.

Cinco años más tarde, cogió las riendas del Al Fujairah, de la Segunda división del país árabe. Sin embargo, no logró el asenso y se marchó.

El siguiente destino fue el Dorados de Sinaloa de México. Con los aztecas peleó por el ascenso a Primera en asta dos ocasiones, pero en 2019 decidió dejarlo debido a sus dolencias en hombro y, sobre todo, rodillas.

Vuelta a casa con Gimnasia

Finalmente, Gimnasia. Maradona regresó a su país para entrenar tras su experiencia con la selección y en cada partido se vivía un auténtico homenaje a la figura de El Pelusa. Porque, a pesar de que dijo que quería recuperarse, finalmente la llamada del fútbol tocó a su puerta en 2019 para entrenar en Argentina.

Su llegada no solo supuso la salvación de los argentinos en un posible descenso a Segunda, sino que gracias a él se incrementó y no precisamente poco su masa social.

Fue la última experiencia en los banquillos de un Maradona, legendario Diego, que ha perdido la vida debido a un paro cardiaco a los 60 años.

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