Dos victorias y dos empates... para el Cádiz. Esa es la racha que acumulan los andaluces cuando se han enfrentado al FC Barcelona en los dos últimos años, convirtiéndose en la pesadilla de los culés. En la noche de este lunes, en un Camp Nou en crisis tras todo lo ocurrido con los alemanes ante el Eintracht, los de Sergio González se llevaron la victoria.

De esta manera los de Xavi Hernández dicen prácticamente adiós a cualquier posibilidad de pelear con el Real Madrid LaLiga. La diferencia es de 15 puntos, aunque los azulgrana tienen un partido menos. Demasiada distancia en sólo seis partidos que restan de campaña.

La ocasión más clara de la primera mitad la tuvo el Cádiz. Fue escandalosa. Lucas Pérez erró el remate que le puso Rubén Sobrino. Estaba solo, por delante de los defensas, frente a Ter Stegen, pero el delantero definió mal. Con velocidad los amarillos hacían mucho daño, pero no encontrarían una tan clara como esa.

En el otro área Dembélé era el más activo, pero muy 'fallón' de cara a portería. Hacía las mejores jugadas por la derecha, marchándose de todos y cada uno de los rivales, pero no lograba acertar con la portería. En el minuto 39 fue ovacionado después de una jugada maravillosa que no terminó en gol.

Lucas Pérez sí acabó olvidando lo ocurrido con aquella ocasión. Porque nada más volver de los vestuarios inauguró el marcador. Ter Stegen hizo dos paradones a Rubén Sobrino... pero a la tercera Lucas remató a la red. Ni Lenglet ni Eric García evitaron ninguno de los remates que hizo el Cádiz en área pequeña.

El Barça mantenía ese ritmo lento que ya tuvo ante el Eintracht. Ni presionaba ni atacaba con velocidad. Xavi tiró entonces de Aubameyang, que fue suplente por sorpresa. Depay apenas hizo nada en el partido y se fue al banquillo transcurrido una hora.

Ledesma evitó el empate de Dembélé. El Cádiz, mientras, pudo hacer el segundo en varias contras. Ter Stegen lo evitó. Y el partido terminó con ese 0-1 que confirma que el Cádiz se ha convertido en la pesadilla del Barça.